
QUE SE DEBE ROSARIO. PREGUNTA DE TODOS LOS JUEVES A LAS 3.00 AM. ELLA MARCABA LA LINEA DE FONDO EN EL PAPEL DE ALMACEN Y POR EJEMPLO DECIA " DIECISIETE MILLONES QUINIENTOS CUARENTA MIL". QUE ? BUENO, SE LOS DEJO EN DIECISIETE MILLONES QUINIENTOS ". NO PUDE SER, ESCRUTABA EL CHINO. PABLO EN CAMBIO: " Y LA ESCRITURA". MIRE SEÑOR PABLO, NO ME HAGA HABLAR, QUE SU AMIGO, EL SEÑOR TITO, ME DEBE VARIOS BILLONES. Y SE PUDRIA TODO, ENTONCES CORNALO APROVECHABA PARA LLEVARSE EL MARIPOSA, EN LA BOTELLITA DE COCA, Y EL GALLEGO ADRIAN, PARA ANOTAR EN LA COLUMNA, ALGUN PARTIDO DE TRUCO ROBADO.

Típica imagen de Rosario, entre desconfiada, y poco amiga de las fotos. Es increíble solo pensar, lo que nos aguantó esa mujer. Jamás olvidaremos, las horas que pasamos allí, comiendo, jugando al truco, discutiendo sobre fútbol, gritando. También se acuerdan todos los vecinos.

Salimos campeones, y adonde íbamos a ir. No solo eso, le pedimos que viniera para la foto y ahí está. Luego supimos. Quería ver de cerca los trofeos. Los mismos que cuando nos comunicó, sobre el cierre definitivo del establecimiento, intercambiamos, por todos los edictos que se encontraban colgados en las paredes.

En época estibal, y debido a la inexistencia de cualquier aparato que proporcionara un poco de aire fresco, la mesa la armábamos en la vereda. Si, nosotros la armábamos, ante los reproches de ella. Nada grave comparado, con todas las otras cosas que hicimos.

El cartel "Rosario", testimonia el dominio de Nicolosi y Sopuco, sobre el Bar Restaurant. La cortina azul, que todas las noches de Jueves, el Chino , por ser el más alto accedía a bajar, ante el pedido de la dueña y el que muestra la intersección de la Avenida Nazca con la calle Vallejos, en Villa Pueyrredón. Este último sigue ahí, pero todo lo demás no, solo un esqueleto de hormigón armado, de lo que será una futura vivienda multifamiliar y de Rosario, no sabemos nada, en definitiva, el letrero, no tiene nada que ver con lo que para nosotros fué ese sitio.